A los medios de comunicación, a la opinión pública:
El Cambio Climático ya genera severos problemas de desabasto de agua en el Área Metropolitana de Guadalajara. La crisis del agua en la metrópoli se ha develado en toda su magnitud con el desabasto del vital líquido en la zona nororiente de la ciudad, en los municipios de Zapopan y Guadalajara, donde ya se han registrado airadas protestas ciudadanas. La explicación que el gobierno de Jalisco ha dado se ha centrado en los efectos que ha tenido la disminución de las precipitaciones pluviales en los últimos años, lo cual ha conducido a la reducción del agua en el embalse de la Presa Calderón, la cual suministra el 14% del abasto de agua al AMG. Según algunos expertos, el Lago de Chapala suministra a la ciudad 5 metros cúbicos por segundo; los pozos para extraer agua subterránea, ubicados principalmente en los valles de Toluquilla y Tesistán, 3 metros cúbicos por segundo, y la Presa Calderón, 1.5 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, las necesidades actuales son ya de 13.5 metros cúbicos por segundo.
El Acuaférico que se construye en el Noroeste de la ciudad y que está por terminarse, en voz de las propias autoridades encargadas de su construcción, no resolverá de manera integral el problema de abasto, sino la distribución a ciertas zonas. La solución, según ha planteado el gobernador, es terminar las presas de El Zapotillo y El Purgatorio. Sin embargo existe, además, un agudo y añejo problema de contaminación en la principal fuente de abastecimiento de agua: el Lago de Chapala, de donde se canaliza agua cada vez más sucia para Guadalajara, ya que no puede ser tratada de manera completa en las plantas de tratamiento con que cuenta la ciudad. Ante esta problemática, que va creciendo, el Gobierno del Estado de Jalisco firmó un Pacto con organis- mos empresariales para el saneamiento del Río Santiago, que se ha empeza- do a concretar con los recursos asignados en el presupuesto estatal del 2020.
Sin embargo, hasta la fecha no se ha tomado en consideración que la solución debe ser integral en toda la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago, involucrando a los gobiernos estatales, la iniciativa privada y las organizaciones de la sociedad del Estado de México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Nayarit, y, desde luego, al gobierno federal. No obstante que desde el año 2009, la SEMARNAT y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua presentaron el informe final que denominaron Estrategia General para el Rescate Ambiental y Sustentabilidad de la Cuenca Lerma-Chapala-Santiago, en el cual recomendaron elevar al nivel de Programa Regional de Desarrollo Sustentable para la cuenca, las políticas y acciones de los tres niveles de gobierno siguen siendo descoordinadas e ineficientes, a grado tal que la grave contaminación de la cuenca ha empeorado, afectando tanto a la flora y la fauna de la cuenca, como a la salud de las poblaciones ribereñas, de manera destacada en Poncitlán y El Salto, que desde hace tiempo enfrentan una emergencia sanitaria. Tal problemática, no obstante requerir la acción inmediata del Gobierno del Estado, emprendiendo a la brevedad un Plan Estatal de Emergencia Sanitaria que debería aplicar la Secretaría de Salud, brilla por su ausencia.
El paso que hay que dar es exigir que se eleve ya a nivel de Programa Regional de Desarrollo Sustentable de la Cuenca Lerma-Chapala- Santiago, la Estrategia General para el Rescate Ambiental y la Sustentabilidad de la Cuenca, elaborado por la SEMARNAT y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, con la finalidad de rescatar y restaurar integralmente una de las mayores cuencas hidrológicas del país y principal fuente de abastecimiento del vital líquido del AMG. Pero, además, hace ya mucho tiempo, desde la Academia, los trabajadores del SIAPA y los movimientos sociales de la entidad han emergido propuestas y otras vías de solución que no pasan por las grandes obras de infraestructura hidráulica y que constituyen soluciones basadas en la naturaleza (SbN): sistemas micro y macro de captación de agua de lluvia; infraestructura urbana adecuada para permitir la recarga de mantos acuíferos, lo cual implica la ampliación, restauración y protección de áreas naturales protegidas (ANP); restauración de toda la red hidráulica obsoleta, para evitar fugas; instalación de inodoros de menor capacidad; ampliación de la infraestructura instalada, para reutilizar un mayor volumen de aguas residuales; promover una cultura del agua entre los ciudadanos; elevar el pa- go por alto consumo a los grandes consumidores: industria cervecera y de bebidas azucaradas y endulcoradas, promotores inmobiliarios, grandes em- presas del comercio y los servicios, así como la imperiosa modificación de los sistemas de riego de agua en la agricultura, y su uso en la ganadería, sancionando su despilfarro e incentivando el ahorro.
Ante los efectos del Cambio Climático en los sistemas de abastecimiento y consumo de agua en las ciudades, cuando menos desde el año 2015, se hizo público el documento Programas de Medidas Preventivas y de Mitigación de la Sequía (PMPMS) para usuarios urbanos de agua potable y saneamiento, editado por CONAGUA, el Consejo de Cuenca del Río Santiago, la Universi- dad Autónoma de Zacatecas y el Programa Nacional contra la Sequía (PRO- NACOSE). En dicho documento se hace un riguroso diagnóstico y una guía que los gobiernos nacional, estatal y municipal, así como los organismos res- ponsables de la gestión del agua en ciudades mayores de 20 mil habitantes deben de seguir para poder encarar, con medidas preventivas y de mitigación, los diversos grados de sequía. Hasta la fecha se desconoce si existe el pro- grama estatal respectivo, o si tan siquiera existe, si este ha sido actualizado, o si ante la emergencia se sigue la guía del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) para los Consejos de Cuenca.
De no existir, lo primero que debería hacer el gobierno del Estado es convocar a la constitución del comité técnico interinstitucional, con la participación y cooperación de los organismos operadores de agua potable, así como de las entidades pertinentes del gobierno del Estado, para integrar un borrador del Programa de Medidas Preventivas y de Mitigación de la Sequía de la ciudad, que pudiera contener, principalmente, los siguientes temas:
a) Información climática de la ciudad.
b) Información histórica de la infraestructura, el abasto y la producción de agua para el sistema urbano.
c) Información histórica sobre los patrones de demanda y consumo de agua en la ciudad, y
d) El balance hídrico y la propuesta de mejoras y medidas de mitigación de sequía.
En este comité pueden participar los integrantes del Sistema Estatal de Agua: la Comisión Estatal del Agua, la Secretaría de la Gestión Integral del Agua del gobierno del Estado y el SIAPA, con la asesoría de la CONAGUA, el Instituto Mexicano de la Tecnología del Agua y el PRONACOSE. Una vez elaborado el programa, este puede ser sometido a la consideración de académicos de instituciones de Educación Superior de Jalisco, principalmente de la UDG y el ITESO, expertos internacionales en tecnologías de agua y, sobre todo, organizaciones de la sociedad jalisciense, entre otros, el Observatorio Ciudadano del Agua y el IMDEC. Una solución integral a la gestión del agua en el Área Metropolitana implica una política de corto, mediano y largo plazos. De lo contrario la ciudad y sus habitantes quedarán siempre atrapados en la implementación de medidas improvisadas y emergentes, como la utilización del servicio de pipas o la instalación de cisternas comunitarias. Las grandes obras hidráulicas, con cargo al erario, sin modificar la actual gestión desastrosa del agua en Jalisco, sólo terminará por beneficiar a las grandes corporaciones de la construcción y a los grandes consumidores de agua, en detrimento de la mayoría de la población.
Guadalajara, Jalisco, 26 de marzo de 2021.